El reto del equilibrio entre la sanidad pública y la privada
Lunes, 27.04.2015
En un entorno social y político en el que existe un planteamiento sanitario que pretende dar una cobertura universal a toda la población, el imparable proceso de privatización del sistema sanitario que se está produciendo no nos va a llevar a otra cosa más que al derrumbe definitivo del sistema público y al colapso del sistema privado debido a una más que previsible masificación del mismo, perdiendo ambos su sentido.Según los últimos datos del sector, durante los años de recesión
económica se ha producido un aumento del gasto sanitario privado
superior al 7%, frente a una desinversión en gasto sanitario público
mayor del 10%. Esto se manifiesta tanto en las partidas que los
ciudadanos destinan al llamado dinero de bolsillo como al que invierten a
través de los seguros sanitarios para tener una cobertura suplementaria
a la del sistema público, que alcanza actualmente a 7,3 millones de
ciudadanos, un número que sigue creciendo a un ritmo del 5% anual.A la vez, la desinversión en el gasto sanitario público ha tenido
consecuencias -y las seguirá teniendo-, dados los límites al gasto
sanitario impuesto a las CCAA, en cuestiones críticas para el
mantenimiento de un sistema sanitario de calidad como la renovación, la
innovación o el acceso a los últimos tratamientos farmacológicos. El
sector sanitario privado, en el derecho a la libertad de empresa
reconocido por la Constitución, ni tiene techo de gasto ni más
limitación que aquella que se quiera imponer para competir en calidad
con el sector público. Así, las últimas innovaciones -relacionadas con
la cirugía robótica y la radiocirugía- se encuentren en el privado y son
anecdóticas en el público.[...]