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Nuevos tiempos para la asistencia sanitaria pública y privada

Lunes, 16.11.2015
En las últimas décadas hemos podido asistir a hechos sin precedentes, a grandes cambios en nuestro entorno sanitario, en todos los países desarrollados. Así, por ejemplo en nuestro país, cuando se promulgó la Ley General de Sanidad en el año 86, por la cual se consagraba la equidad, la gratuidad y la accesibilidad para toda la población, no existía – ni se preveía posiblemente- ni el tremendo coste por el envejecimiento de la población, la cronificación de las enfermedades hasta entonces mortales, las necesidades socio-sanitarias derivadas de la dependencia, ni sobre todo la increíble eclosión de la innovación tecnológica y farmacológica que produce el hecho de que a día de hoy la igualdad de oportunidades para toda la población sea prácticamente inalcanzable.Pero junto con estos avances en nuestro sector, se han producido de manera paralela, afortunadamente, cambios en otros entornos de la sociedad – en las telecomunicaciones, en la informática, en la construcción, etc – que si bien se han ido introduciendo con normalidad y fluidez en otras facetas de nuestras vidas, no acaban de implementarse en el sector sanitario de la misma manera, lo que impide que los pacientes, los usuarios de nuestro sistema sanitario, puedan verse beneficiados del mismo modo que lo son en otras cuestiones más cotidianas de la vida.   Concretamente, en el entorno sanitario público, la inflexibilidad muchas veces de la administración junto con una flagrante insuficiencia para poder financiar las necesidades socio-sanitarias a toda la población, hace que se diferencien, por cuestiones de financiación, la demanda sanitaria de la que generan los problemas socio-sanitarios y con ellos toda la dependencia. Esta segregación por cuestiones de financiación hace que no se puedan promover como se debería la implementación de este tipo de tecnologías innovadoras que sin duda ayudarían a la hora de llevar los problemas de salud. Por ejemplo, parece una incoherencia que tengamos televisión digital en todos las casas y todavía haya que ir al hospital para valorar un simple catarro o los ancianos tengan que ir al centro de salud a por las recetas.