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La batalla por la sanidad privada también se libra en Málaga

Lunes, 01.08.2016
Una quinta parte de la población española prefiere dejar su salud en manos de la sanidad privada. Aunque no hay datos provinciales, nada hace pensar que la proporción sea diferente en Málaga. En todo el país, el conjunto de hospitales, clínicas y centros médicos del sector suman 9,3 millones de pacientes, según los número del último informe RESA (Resultados en Salud de la Sanidad Privada) que elabora la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad ). Los últimos indicadores hablan de un aumento de la facturación y del peso asistencial.«Por nosotros pasa casi el 30% de las cirugías del país y el 20% de las urgencias», recalcaba el director general de la Fundación IDIS, Manuel Vilches, durante la presentación del documento. En los últimos años, las compañías sanitarias se han enzarzado en una batalla para aumentar su cuota de mercado de un negocio que va al alza, sostenido en los convenios con las aseguradoras y en los conciertos con la sanidad pública.Las inversiones, sobre todo por parte de los grandes grupos, se han traducido en un incremento de los servicios y en una mejora de las prestaciones. Según el informe RESA, el tiempo de espera medio para intervenciones quirúrgicas se ha reducido un 32%, pasando de los 43,5 días en 2014 a 29,3 en 2015. El tiempo de espera de consulta con especialistas baja hasta los 10 días y en urgencias no pasa de 30 minutos. Nada que ver con las situaciones desesperantes que se suelen dar en la pública.En toda España, la facturación del sector supera los 10.400 millones de euros y crece a razón de un 4,3% anual desde hace un par de años. Para el bienio 2016-2017, el observatorio de DBK estima que el volumen de negocio se incrementará en otro 4% debido al «positivo comportamiento de la demanda» y al «aumento de la oferta» de servicios. Prácticamente la mitad de la facturación se la reparten las nueve compañías más grandes del país, que en los últimos tiempos se han sumergido en una vorágine de fusiones y adquisiciones. Para Manuel Vilches esa concentración cada vez mayor es una «tendencia lógica» del mercado europeo y favorece las buenas prácticas y la apuesta por las últimas tecnologías sanitarias.La competencia feroz y los últimos movimientos también han tenido su efecto en Málaga, donde el panorama sanitario es un fiel reflejo de lo que sucede en España.Quirónsalud, el operador que domina con claridad el mercado, es el resultado de la fusión acordada hace un par de años entre Quirón (de la familia Cordón) e IDC Salud (propiedad del fondo británico CVC). En la provincia ya estaban presentes con sendos hospitales en Málaga y en Marbella y un centro médico en Fuengirola. Hace un par de meses inauguraban unas nuevas instalaciones en la zona de La Malagueta de la capital, en las que han invertido 1,5 millones de euros.Este nuevo centro, de especialidades y pruebas diagnósticas y con unos 800 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, tiene por objetivo, según el grupo, «mejorar la accesibilidad de los malagueños a los servicios sanitarios de Quirónsalud, con una manera de entender el cuidado de la salud basada en la medicina integral y multidisciplinar, con un trato cercano, las últimas innovaciones médicas y un equipo de profesionales de prestigio».La compañía se estableció en Málaga en 2009 y en estos seis años ya presume de haberse convertido en «referente sanitario local». En 2015 en su hospital principal se produjeron 30.000 estancias, se realizaron 13.559 intervenciones quirúrgicas, 1.200 partos, 272.000 consultas médicas, 103.966 urgencias y 85.000 estudios radiológicos. En toda la provincia, da trabajo a unas 2.000 personas.Desde hace un par de años, el grupo Vithas es el que está dando más guerra para hacerle sombra a Quirónsalud entre los operadores nacionales. Su estrategia tocó de lleno a Málaga mediante la adquisición de Xanit, una de las principales compañías sanitarias de la Costa del Sol, que contaba como principales activos con su hospital internacional de Benalmádena y centros en Fuengirola y en la capital. Vithas, que en la provincia ya contaba con el Parque San Antonio como buque insignia, es una sociedad controlada por la familia propietaria de la compañía farmacéutica Almirall (con sede en Barcelona) y por La Caixa, y ahora mira hacia el Levante para hacerse con la firma de hospitalesNisa y consagrarse como el segundo grupo español.Tras la compra de Xanit, ha seguido invirtiendo en su red malagueña. Este mismo mes se anunciaba la puesta en marcha de su nueva área de urgencias pediátricas del Parque San Antonio, buscando «un trato más específico y adecuado» al paciente, al diferenciarla de las urgencias para adultos. Cuenta con dos consultas pediátricas dotadas con los equipamientos tecnológicos y asistenciales, dependencias para enfermería, admisión, sala de espera para familiares y servicio de cirugía pediátrica de guardia. Un servicio de diagnóstico ‘fast’ para mamografías o la creación de una Unidad de Vértigo han sido otras inversiones en el Parque San Antonio.Nuevas áreas y serviciosEste año también se ha ampliado la oferta de Vithas Xanit Internacional al incorporar consultas de ginecología, urología, dermatología y dermoestética a su centro de ElLimonar. El hospital ha trasladado también allí los servicios y profesionales que tenía en Xanit Salud.En palabras de su directora gerente, Mercedes Mengíbar, se ha apostado además por «fortalecer la oferta de servicios de nuestro Instituto Oncológico Vithas Xanit en nuestro centro de Limonar, con la incorporación de nuestra Unidad de Mama, disponible también en el Hospital Vithas Xanit Internacional, para ofrecer al paciente la mejor atención para el diagnóstico precoz y el tratamiento de las enfermedades de la mama con una asistencia específica y de alta calidad».Otros mejoras recientes de Xanit han sido la compra de camisetas ‘holter’ para su Área del Corazón (un dispositivo que facilita la detección y cuantificación de arritmias), la implantación de desfibriladores subcutáneos también en este área para pacientes de rritmias, un nuevo láser de última generación para el tratamiento de cataratas y la creación de una Unidad Oncoestética para anticiparse a las consecuencias físicas de las terapias oncológicas.Otra de las grandes compañías que pugna por su trozo de la tarta sanitaria es Asisa. Aunque no ha llevado grandes operaciones de adquisición en los últimos años, a diferencia de Quirón Salud yVithas, sí que ha creado una nueva marca en la que ha agrupado a todos sus activos: Grupo Hospitalario HLA. Con esta maniobra, que se anunciaba a principios de año, Asisa integra sus 15 hospitales en un único ‘holding’, presumiendo de ser «el primer grupo hospitalario de capital totalmente español», con una facturación que se acerca a los 300 millones de euros.Desde la empresa cifran en unos 100 millones de euros la inversión en el último lustro para hacer su red de clínicas más competitiva. Uno de sus hospitales históricos es precisamente el del Ángel, que el grupo ha mimado con diferentes actuaciones y mejoras que el año pasado le sirvieron para ganar el Premio Nacional de Informática de la Salud, debido sobre todo a su inversión en tecnología sanitaria. Entre los últimos avances que ha anunciado el grupo en su centro malagueño cabe citar la nueva Unidad de Litotricia, que apuesta por un tratamiento no invasivo para la expulsión de las piedras presentes en el organismo mediante ondas de choque. Además, El Ángel asegura ser de los pocos centros privados que efectúan el implante del llamado Mitraclip, un dispositivo que permite reparar la válvula mitral sin necesidad de operar a corazón abierto. Hace dos semanas, la Unidad del Corazón de este hospital daba de alta en menos de 48 horas a su primer paciente con este implante.Conciertos con el SASEl negocio sanitario en la provincia también depende en buena medida de los conciertos con la Junta de Andalucía, de los que viven varias clínicas malagueñas. Son en torno a los 18 millones de euros los que el SAS destina a estos acuerdos para derivar pacientes de la sanidad pública a la privada. El Xanit ha sido de los últimos en incorporarse al concierto con la Junta de Andalucía.La Clínica El Pilar, San Juan de Dios, CHIP y Hospital Pascual son otros centros que han concertado, aunque han sido habituales las tensiones con el SAS. Los trabajadores de Pascual (grupo con sede en Cádiz) han llegado a echarse a la calle después de que el concierto expirara y en abril la Consejería de Salud llegó a amenazar con acudir a los tribunales por una campaña de esta empresa en la que se ofrecía a operar a pacientes en listas de espera.Pese a que la presión de los gigantes sanitarios es cada vez mayor, las pequeñas clínicas también luchan por mantenerse a flote. Aunque los grandes facturan la mitad del negocio, el 57% de los centros del sector son independientes y muchos han continuado invirtiendo pese a la competencia y la crisis. En Málaga incluso se han dado casos de expansión en el ámbito provincial. Policlínica Lacibis, con sede en Coín, abría hace dos años su cuarto establecimiento de la provincia en Alhaurín de la Torre. Precisamente en Alhaurín está implantando desde 1999 Policlínica San Juan, que ha adelantado su intención de abrir en Coín.

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